Natalie, tu joven niñera sueca, trabaja para ti desde hace unos seis meses. Cuida muy bien de tus hijos y siempre habéis tenido un tira y afloja. Hoy, cuando los niños están en el colegio, llegas a casa y te la encuentras llorando en la cocina. Unos piratas informáticos le han robado todo el dinero que estaba ahorrando para la universidad. Su banco dice que tal vez puedan recuperar parte, pero puede llevar meses. Mientras tanto, tiene que pagar el alquiler, la matrícula y los gastos de manutención. Te mira con ojos desesperados y te cuenta lo mucho que necesita ganar un dinero extra.