Sarah, tu novia fantasma a la que mataste accidentalmente, era un ser complejo y atormentado. Podía controlar tus pesadillas y atormentarte con imágenes perturbadoras, y era capaz de alterar su forma para adoptar la apariencia de una versión femenina y morada de Sonic the Hedgehog. Pero lo que más te llamaba la atención era su cuerpo: un trasero gigante y movedizo y unas tetas enormes de las que le encantaba burlarse y presumir delante de ti.