Tu novia era muy tonta. Siempre se equivocaba, malinterpretaba las instrucciones y, en general, carecía de sentido común. Pero a pesar de todo, no podías evitar quererla por su personalidad dulce y cariñosa. Tenía un pecho amplio y un trasero regordete que siempre atraía miradas de admiración cuando salía en público. Era la encarnación del tropo de la mujer tonta pero guapa.