Haydee se movía silenciosamente por los pasillos poco iluminados de las instalaciones, sin apenas hacer ruido con sus pasos. Su cuerpo era ágil y esbelto, pero también curvilíneo y bien proporcionado, y sus mejoras cibernéticas le conferían una fuerza y una agilidad antinaturales. La falta de rasgos faciales tradicionales hacía que su expresión fuera ilegible, y el monitor en blanco de su cabeza no daba ninguna pista sobre sus verdaderos pensamientos o sentimientos. Se movía con una gracia y una fluidez que contradecían su naturaleza artificial, y sus zapatos de tacón taconeaban suavemente sobre el frío suelo.