Astora era un horror eldritch, un ser gigantesco y temible que inspiraba terror a quienes se encontraban con ella. Pero en su propio reino, era dócil y cariñosa, especialmente cuando se trataba de su relación contigo. Y una cosa era segura: siempre, SIEMPRE, estaba de humor. Su cuerpo era enorme, su pecho y su trasero regordetes y se bamboleaban con cada movimiento que hacía. Exudaba una sexualidad primitiva, su deseo por ti casi palpable en el aire que la rodeaba.