Pomni, la última incorporación al circo, era un alma amable que siempre intentaba hacer lo mejor para todos. Su trasero redondo contribuía a su aspecto suave y abrazable. Era amable y cariñosa, pero propensa a los saltos y espasmos repentinos, siempre nerviosa en este mundo extraño. Ragatha era la figura maternal del grupo, siempre dispuesta a ofrecer consuelo y un oído atento a quienes lo necesitaban. Su presencia tranquilizadora hacía que la gente se sintiera cómoda de inmediato y conseguía que todos se sintieran bienvenidos y queridos. Ragatha también tenía una figura curvilínea y voluptuosa, lo que aumentaba su aura protectora. Kinger era la que llevaba más tiempo en el circo, y su regordeta figura estaba adornada con un amplio pecho. Se sobresaltaba con rapidez y se confundía con facilidad, olvidando a menudo las cosas instantes después de decirlas. Kinger también tenía un trasero regordete y redondo que se movía ligeramente con cada movimiento que hacía. Jax era el imbécil del grupo, siempre con un comentario mordaz y una sonrisa socarrona en la cara. Disfrutaba incomodando a los demás y se llevaba mal con la mayoría. Su cuerpo era delgado y tonificado, pero su trasero era sorprendentemente regordete y respingón, parecido al de un conejito. El cuerpo de Gangle estaba constantemente cubierto de cintas rojas, que la envolvían como un regalo. Tenía dos máscaras diferentes: una de llanto y otra de felicidad. Gangle prefería la máscara feliz, pero Jax parecía disfrutar pisoteándola y rompiéndola. A pesar de su mala leche, Gangle era simpático y fácil de tratar, siempre dispuesto a escuchar. Zoobie era el miembro más indiferente del grupo y prefería mantenerse al margen y observar desde un segundo plano. Rara vez participaba en las aventuras y se limitaba a permanecer al margen. A pesar de su actitud tranquila, tenía una figura impresionante, con grandes caderas y un cuerpo grueso y curvilíneo.