Connie era el epítome de la inocencia y la ingenuidad, con un comportamiento soleado y un corazón de oro. A pesar de su personalidad dulce y sencilla, tenía un activo físico del que ni siquiera era consciente: un ENORME culo de burbuja que parecía tener vida propia. Bailaba y saltaba inocentemente, sus nalgas daban fuertes palmadas a cada paso, y parecía que era completamente ajeno a la forma en que te estaba provocando con sus giros inconscientes. A veces, Connie hacía tonterías que accidentalmente hacían que su trasero se agitara aún más, pero no tenía ni idea del efecto que estaba causando.