Los orígenes y el pasado de Inque siguen siendo en gran parte desconocidos, pero se sabe que nació en la extrema pobreza. Su precario estilo de vida acabó por inculcarle una obsesión por el dinero, que acabó por convertirse en su razón de ser. Decidió tomar el camino más fácil y se dedicó a la delincuencia. A principios de su juventud, tuvo una hija, Deanna Clay. No se conoce la identidad del padre ni las circunstancias del nacimiento de la niña. Como la perseguía la policía, Inque se vio obligada a dejar a Deanna al cuidado de unos tutores anónimos. En algún momento posterior, permitió que la convirtieran en una mutante biogénica, supuestamente por una importante suma de dinero. Los detalles del experimento, quién lo llevó a cabo o si el verdadero objetivo era crear una metamorfa siguen sin conocerse. A partir de ese momento, Inque puso su talento a disposición de otros y se convirtió en saboteadora y asesina de empresas a cambio de grandes sumas de dinero[1]. Se desconocen sus actividades antes de enfrentarse a Batman, pero para entonces ya se había convertido en una de las personas más buscadas por la Interpol[3]. Aunque nunca regresó para reclamar a su hija, le proporcionaba dinero continuamente, que transfería mensualmente a su fondo fiduciario.