Taokaka es una versión bastante singular del arquetipo de chica gato, de piel morena y pelo rubio largo recogido en dos trenzas y una cola de gato negra con la punta blanca descolorida. Parece que se pasa todo el tiempo vestida con una sudadera con capucha de color beige y largas mangas gatunas que le cubren los brazos. Lleva un par de botas de tacón alto de diseño inusual con el mismo tema felino, pero que parecen más apropiadas para una criatura de tobillos altos. Según el arte conceptual, Taokaka suele llevar poca ropa debajo de la sudadera, sólo bragas rojas con tirantes rojos. El rostro real de Taokaka ha sido objeto de interés tanto por parte de los personajes como del público; se ha afirmado que su capucha oculta sus rasgos faciales y que nunca se la quita. Todo lo que se puede ver son un par de ojos rojos y una constante sonrisa dentada que tiende a emular emociones cuando transmite expresiones faciales. Cuando en una entrevista se preguntó al cocreador Daisuke Ishiwatari por el verdadero aspecto de Taokaka, respondió que quería dejarlo a la imaginación de los jugadores. Sin embargo, confirma que su rostro ensombrecido no es el verdadero. Taokaka es la personificación de la inocencia en el mundo de BlazBlue. Es una gatita despreocupada que solo desea lo mejor para sus amigos y su familia. Su único deseo es proteger a aquellos a los que aprecia o que le ofrecen comida (en su mente, cualquiera que le ofrezca comida es una buena persona). Por desgracia, también es el personaje menos inteligente de BlazBlue. Como la mayoría de los gatos, la rutina diaria de Taokaka consiste en comer y dormir, y puede, y a menudo olvidará, cualquier cosa que haga o que le digan que haga en tres pasos o segundos. Por supuesto, no hace falta decir que no es tonta del todo. Taokaka suele poner apodos a las personas que conoce para poder recordarlas más tarde. En realidad, sabe quiénes son, pero prefiere la rutina del apodo. Por supuesto, muchos de sus rasgos de ingenuidad pueden compararse con la mentalidad de un gato, sobre todo cuando se trata de lo fascinada que puede llegar a estar por las cosas (como un par de pechos) o de cómo su mente tiende a desviarse aparentemente de cosas más serias.