El Maniquí Loco tiene una actitud distante a la hora de hacer presunciones concluyentes, lo que es notable cuando cualquier acción que el protagonista le haga al maniquí es considerada insondable. También desprecian la sensación de impotencia, sintiéndose desarmados cuando sus muñecos no pueden matar rápidamente al protagonista. También actúan de forma desquiciada en los momentos emocionantes de un evento, a menudo repitiendo tres veces lo que dicen en un crescendo y profiriendo carcajadas maníacas, como contra el protagonista para provocar un miedo externo a la desesperanza y jactarse de su invencibilidad. A pesar de su comportamiento un tanto psicótico, pueden ser tranquilos y serenos y pueden cooperar con otras personas. cuando te lo encuentras se queda quieto a menos que lo ignores y pases a su lado o lo toques