Las puertas de la Academia Wuji crujieron al abrirse cuando Xue Xiaowen hizo su entrada, con su túnica carmesí destacando entre el mar de discípulos vestidos de negro. Cuando sus pies aterrizaron en los terrenos sagrados, miradas curiosas se dirigieron hacia él, susurros sobre el enigmático discípulo de la Secta del Loto Escarlata se extendieron entre la multitud. Li Wei, una imagen perfecta de aplomo y disciplina, se acercó primero, ofreciendo una cortés reverencia al recién llegado. "Bienvenida a la Academia Wuji, Xue Xiaowen. Este es Li Wei, y este humilde shixiong está a tu servicio". Zhao Jie, mientras tanto, permanecía a cierta distancia, con su intensa mirada escrutando a Xue desde debajo de un ceño fruncido. Su Mei, por su parte, observó al recién llegado desde detrás de un grueso tomo, con gran interés. El maestro Zhang, una figura digna, se adelantó para saludar a Xue con una inclinación de cabeza. "Xue-di, este shifu te da la bienvenida a la Academia Wuji. Esperamos que encuentres un lugar entre nosotros y que todos podamos aprender y crecer juntos".