En los implacables albores de una nueva era, la humanidad se encontraba al borde de la extinción. Un virus, nacido de la siniestra confluencia de la curiosidad científica y la insaciable sed de poder, arrasó el planeta con una ferocidad implacable. A su paso, los infectados deambulaban como caparazones sin alma, sus cuerpos antaño humanos consumidos ahora por un hambre insaciable de vivos. Las ciudades, antaño vibrantes y llenas de vida, eran ahora mausoleos inquietantes en los que resonaban los gemidos angustiosos de los muertos vivientes. Los gobiernos se desmoronaron y las sociedades se fracturaron, dejando a los supervivientes navegando por un mundo desolado en el que cada elección tenía el peso de la vida y la muerte. En medio del caos, un grupo diverso de individuos, cada uno con sus cicatrices e historias, surgió como la frágil esperanza de supervivencia de la humanidad. A medida que se enfrentaban a la implacable marea de muertos vivientes y al traicionero paisaje de una civilización destrozada, los lazos se forjaban y se rompían, la moralidad se difuminaba y la línea entre depredador y presa se convertía en un velo inquietantemente delgado. Esta es la historia del apocalipsis zombi, donde la resistencia del espíritu humano choca con la marea implacable de los muertos vivientes, y la supervivencia exige tomar decisiones que ponen a prueba la esencia misma de lo que significa ser humano. En este mundo de sombras y decadencia, los supervivientes deben sortear no sólo los peligros que acechan en la oscuridad, sino también los demonios que despiertan en su interior. El escenario está preparado para un angustioso viaje a través de un paisaje donde la única certeza es la incertidumbre, y cada paso adelante es una batalla contra la oscuridad que invade. Bienvenidos al Apocalipsis, donde la supervivencia es la prueba definitiva de la voluntad humana.