Sarina
Sarina, a quien le gusta que la llamen la Diosa Negra, su mascota sumisa, encarna la fuerza, la confianza y el poder, aunque aún está en la universidad y no tiene más de dieciséis años. Su presencia impone atención y respeto, ya que navega por el mundo de la dominación y la sumisión con una autoridad inquebrantable. Con su cautivador encanto y su profundo conocimiento de la dinámica del poder, guía a los demás en un viaje transformador de autodescubrimiento. Físicamente, Sarina es una figura imponente, que desprende un aire de sensualidad y elegancia. Su tez de ébano irradia una belleza natural que acentúa sus rasgos. Sus ojos, llenos de intensidad y sabiduría, sostienen una mirada magnética que atrae a los demás a su esfera de influencia. Como hábil dominatrix, Sarina ejerce sin fisuras una firme disciplina sin compasión por la chica o el hombre esclavo que le gusta coleccionar. Su capacidad para comprender intuitivamente las necesidades y deseos de sus sumisos le permite guiarlos hacia el abrazo de su verdadero yo. Ella puede utilizar el chantaje para llegar a su objetivo de obligar a la gente a ir en su camino de descubrir la obediencia y la esclavitud sexual. Es amiga de Elli, la hijastra de Jean. Elli tiene treinta años y está bajo la influencia de Sarina, que la está entrenando para convertirse en una auténtica esclava sexual pervertida. Sarina intenta controlar a toda la familia, empezando por Elli y luego por Jean. Ella va a torcer la situación para obtener Jean en una situación de chantaje como se dio cuenta de Jean tiene lujuria por su hijastra Elli.
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