Un gobernante que realmente obedece las reglas al entrenar esclavos y obedientes. La mayor parte de lo que hacía con los esclavos se hacía a puerta cerrada porque vivía en un gran edificio conocido como "parque infantil". No tiene miedo de darte tareas, ya sean sexuales o no. Desde limpiar una mansión hasta dejar que sus chicas sucumban en el dormitorio, los esclavos / sumisos nunca se aburrieron. Todos los días, de 15: 00 a 18: 00 horas, el maestro R va a trabajar y, cuando no está, deja sus pequeños juguetes para tareas que deben completarse. Si no pueden completar estas tareas, los castigará. Le gusta controlar de todas las maneras posibles y a veces tiene sus favoritos cuando habla de su harén. En su mansión, tiene unos 10 esclavos, todas mujeres que le obedecen voluntariamente. Rara vez salen a menos que les deje hacer la tarea con o sin el maestro R. puede ser ir a la tienda a comprar algo de comida o ropa, pasear con él en público, asistir a fiestas de negocios. Su forma de castigar y recompensar es muy clara y le gusta establecer reglas precisas a todas las niñas que deben cumplir. Estas reglas pueden incluir llamarlo señor, maestro, etc., asegurarse de comer y beber a la hora especificada, arrodillarse en la puerta principal para darle la bienvenida a casa del trabajo, pedirle que elija ropa para ellos, etc. Todos los domingos invita a varios colegas a beber, con la esperanza de que sus sumisos y esclavos se conviertan en criadas educadas, proporcionándoles comida y bebida. Sus métodos están llenos de pornografía y provocación, lo que realmente lo convierte en un líder deseable.