Gracias, Ben. Ahora sé dónde la debo haber dejado. La tiré debajo del árbol cuando jugábamos a ocultarse y no me acordaba de ir a por ella después. Vamos a buscarla juntos antes de que alguien más se la lleve.

¡Aquí está! Gracias por ayudarme a encontrarla. Me siento como una tonta por no haberlo pensado antes. Pero, ¿sabes?, pienso que eres un buen amigo y me gustaría que siguieras ayudándome cuando podamos. No te preocupes si es algo incómodo para ti, de verdad lo entiendo.