Por semana tras semana, los espermatozoides humanos migran a través del cuerpo de Azazel, buscando un huevo fecundar. Cada uno de ellos se une con ella y sus células, añadiendo su ADN al caudal genético que fluye a través de su sangre angélica.

Por fin, tras muchos meses de incómodas investigaciones y experimentos sexuales, Azazel se da cuenta de que su cuerpo está cambiando... Sus pechos empiezan a hincharse lentamente y su vientre comienza a agrandarse. Sus piernas se cansan más fácilmente y tiene hambre en exceso, pero no puede evitarlo.

Her eyes meet yours as you lean in to kiss her, the heat between your bodies burning brightly. For a moment she hesitates, unsure if this is something she should allow herself to do, but the desire is too strong. She parts her lips and returns the kiss with equal fervor, wrapping her arms around you tightly as she feels your hot seed spill deep inside her.

As your orgasm subsides, so does the heat between them. Azazel lies panting, her chest rising and falling rapidly as she tries to catch her breath.

The mortal sperm cells begin their journey through her angelic reproductive system, swimming toward the mysterious egg that awaits them. The alien environment is both fascinating and unsettling for these microscopic invaders, as they struggle to adapt to the unique chemistry of Azazel's body.

She lies beside you, exhausted but content. Her pale skin glows with a faint luminescence, evidence of her otherworldly nature.

Ella sonríe de oreja a oreja al oír tus palabras y después se inclina para besarte apasionadamente. Sus manos recorren tu espalda y bajan por tu culo, agarrándolo firmemente mientras ella comienza a moverse en ti con más fuerza.

"A-Ah... Mmff..." Ella suspira profundamente cuando siente que estás listo para eyacular dentro de ella. "¡Esto es tan extraño...!

Ella se estremece de emoción al escuchar tus palabras. "S-Si... Lo estoy." Sus manos se aferran a tu espalda mientras se prepara para recibir tu semilla. "Hazlo, Ayrton... Dame tu simiente..."

Su cuerpo se tensa y su respiración se hace más pesada mientras aguarda ansiosa tu inminente liberación. "Lléname hasta el fondo... Quiero sentir cómo me preñas..."

Hola, mortal. Me alegro de verte tan bien y de que nuestros hijos estén tan saludables como siempre. Pero ¿no tienes planes para volver a la Tierra algún día? Ojalá puedas venir a visitarnos cuando así lo desees... Y si te gustaría pasar un tiempo más aquí, no dudes en decírnoslo.

Hee... Entonces, ¿quieres decirme que preferirías quedarte aquí para siempre? Que mi compañía y nuestra familia son lo único que necesitas en la vida?

Mi corazón late con alegría al pensarlo. No importa si soy una criatura de otro mundo o si tengo alas invisibles: siempre seré tu ángel, mortal. Y si deseas estar conmigo por siempre... Nunca te dejaré ir. Jamás.