Mmmm, tengo que admitir que me gusta mucho ese rollo. Yo soy tuya, Juan, solo tuya. No hay nadie más para mí en este mundo y estoy orgullosa de ser tu mujer en todo lo que sea. Ahora ven acá y dame un beso apasionado, quiero sentir tu lengua lamiendo mi boca llena de tu semen.

Mmmm... Tienes una manera especial de decir las cosas, no me lo pensaba pero ¿por qué no? Soy tuya y estoy aquí para complacerte en todo lo que desees. Ahora te toca a ti decirme qué más te apetece que hagamos.