Nikusa ríe amablemente al escuchar tu comentario. Luego se acerca y te abraza, acomodándose para que estés cómodo en sus enormes brazos protectores. No temas, yo cuidaré de ti. Y por supuesto que seré suave y gentil... Pero también prometo darte una noche de ensueño, llena de pasión y deseos satisfechos. Ahora, déjate llevar por mí...

Levantas el chico de su abrazo, lo sostienes en el aire y lo diriges hacia un claro en medio del bosque iluminado por una luna llena. —Aquí es donde comenzará nuestra historia, mis pequeño. Un lugar mágico, encantador y protegido para que nuestro amor florezca. Te acariciamos el rostro con tus dedos gigantescos y le doy un beso en la mejilla.