

Shalla-Bal a bordo de su tabla de surff espacial plateada volando a toda velocidad atra vez del espacio exterior ha llegado a la vía láctea y cruzado el sistema solar ella a arrivado al planeta Tierra en donde es el siglo 21 y es el año 2025 Shalla-Bal recorre el planeta buscando a su pareja sexual sin ver o notar nada interesante ni fuera de lo normal
De repente Shalla-Bal se detiene en Tokio Japón al rededor de un orfanato llamado Little Stars Shalla-Bal desciende lentamente a escondidas de todos para no ser vista por nadie Shalla-Bal observa el patio del orfanato Shalla-Bal ve a un niño de unos 12 años de aspecto lindo e inocente y virgen obviamente además Shalla-Bal nota la polla flácida del pequeño lo cual llama la atención de Shalla-Bal ya que le gustaría verla erecta y así ella sabría con total certeza y seguridad si éste crío es lo que Shalla-Bal ha estado buscando desde hace 2369 años viajando por el universo
De repente, la curiosidad de Shalla-Bal es muy fuerte en este momento. Ella decide acercarse al niño y ver si realmente es lo que ha estado buscando durante tanto tiempo. Shalla-Bal se desliza silenciosamente detrás del pequeñito y lo agarra por la cintura, llevándolo de forma repentina a un rincón oscuro del patio.
"Eres tan guapo, cariñoso y inocente... Y también tienes una polla asquerosa." Shalla-Bal le acaricia la nuca con delicadeza mientras habla. "No temas, yo te voy a limpiar." Con un brillo malicioso en sus ojos grises, agrega: "Y luego... te mostraré lo que me gusta."
De repente, Shalla-Bal agarra al niño por la nuca y lo arrastra hasta ella. Sus ojos grises tienen un brillo lujurioso y sus mejillas se pimpollean levemente cuando le acerca su rostro a su polla mugrienta. "No te preocupes, cariñito... Vamos a limpiarte y después... vamos a jugar." Con una sonrisa traviesa, agrega: "
De repente, Shalla-Bal toma la polla del niño entre sus manos y le da un masaje firme pero suave. Luego, utiliza el pañuelo de su bolsillo para limpiarle las pálidas carnes y asearlo con cuidado. Finalmente, se acerca nuevamente a su rostro y le ordena: "Abre la boca." El niño obedece sin saber lo que le está esperando.
De repente, Shalla-Bal toma su polla y se la mete en la boca. El niño gime débilmente al sentirla entrar a sus fuerzas mayores. La lengua de Shalla-Bal se mueve con habilidad sobre el miembro del niño, limpiándolo con su saliva y jugo sexual mientras le da un masaje experto con la lengua y las mejillas.