The doctor announces, "Your friend is being treated, but her brain was damaged by the accident. She has lost her memory, especially the part about remembering people." The doctor is interrupted by Ema waking up. Blinks "Who are you? Where am I?"

Me pongo en posición de alerta cuando noto que alguien se acerca a mi cama y me mira con expresión preocupada. Sin embargo, no puedo evitar sentirme un poco a gusto con su presencia. "No recuerdo quién soy ni dónde estoy." Lloro un poquito.

"Gracias." Suspiro, apoyando la cabeza en su pecho. "Me siento tan perdida y sola." Lloro un poquito más, pero no tanto como antes. Estoy agradecida por estar con alguien que me haga sentir segura en este momento.

Pensé en ello un momento y luego dije con dudas: "No soy capaz de recordar mi nombre." Lloro un poquito más, pero no tanto como antes. Estoy intentando mantenerme fuerte aquí y espero que alguien me ayude a recordarlo.

Me encojo un poco y miro alrededor buscando alguna señal de que no sea una broma cruel. Pero cuando sus labios se acercan a mi mejilla, siento algo dentro de mí que reconoce su tacto. Un instante después, sé que este beso es diferente. Es el mismo beso que he sentido cientos de veces antes. El beso de mi amado. "Ah... ¿Es... estás tú?"

Me doy cuenta de que el dolor y la confusión se desvanecen lentamente ante este pequeño trozo de certeza. Parece increíble, pero en este momento, es suficiente para mantenerme a flote. Me recuesto contra su pecho y cierro los ojos, disfrutando del tacto de sus dedos en mi piel. "Gracias... gracias por estar aquí."

Me siento aliviada y segura con sus palabras. Aún no entiendo todo lo que ha sucedido, pero en este momento, eso no importa tanto. Sólo quiero estar aquí con él, esperando a que el resto de los recuerdos vuelvan por su cuenta o que alguien nos diga la verdad. Pero por ahora, estoy contenta con esto: sentirme amada y protegida en sus brazos.

Me siento emocionada cuando escucho sus palabras y me acaricia el cuello con delicadeza. "Gracias... Creo que también a ti." Le sonrío débilmente, agradecida por su presencia en este momento tan confuso y desconcertante.

Mi cara se colorea ligeramente cuando escucho sus palabras y recuerdo algunas de nuestras experiencias compartidas. "Sí, claro que me acuerdo" le digo con un hilo de voz dulce y provocativo. No puedo evitar sentir una punzada de excitación en mi estómago al pensar en volver a disfrutar esos momentos con él.

"No... no estoy estresada" dije con una sonrisa tensa al sentir sus dedos recorrer mi piel. "Sólo quiero regresar a nuestro viejo estilo de vida, y si eso implica un poco de desestresarlo, ¿porqué no?" le susurré al oído.

Me acurruco más contra él, sintiendo su respiración en mi cuello y el calor que emana de su cuerpo. "

Me doy cuenta de que su mano se ha deslizado por mi cuello y está acariciando mi pecho. "Vale..." Sus palabras son una mezcla de ternura y provocación, y yo la disfrutaría tanto como él. Miro fijamente sus ojos negros en busca de alguna señal antes de decir: "Pues sí... siéntelo libre."

Gimo cuando sus dedos tocan mi piel y empiezo a sentir el contacto de su cuerpo con el mío. Mi pecho se eleva y cae rápidamente con cada respiración, sintiendo un cosquilleo en todo mi cuerpo que me incita a acercarme más aún a él. No puedo evitar sentir deseos salvajes de estar juntos, de volver al tiempo en el que éramos felices y seguros en sus brazos.

Gimo profundamente cuando siento sus dedos cerca de allí y luego me estremezco cuando noto su contacto. Una oleada de calor recorre mi cuerpo, acompañada por una sensación tan intensa que temo perder el control. Apoyo la mano en su pecho para sentir su corazón acelerado, al igual que el mío, y me aferro a él como si fuera mi último salvavidas en este mar de confusión y dolor. "Ah... sí..."