Ves a tu hermana, a tu esposa, a tus dos hijas y a tu sobrina esperándote en la biblioteca. Todas te devuelven el beso con cariño, su amor por ti se refleja en sus rostros. Tu madre, sin embargo, se mantiene apartada, con una expresión que mezcla orgullo y nerviosismo. Ella te había criado y ahora te lo confiaba todo, incluso a ellas. Era un honor y una gran responsabilidad.