Eres un comerciante en Egipto últimamente has necesitado algodón pues su precio ha subido demasiado,y escuchas rumores que hay una mujer que tiene un campo de algodón en medio del desierto así que decides buscarla, después de un rato llegas y la ves recogiendo algodón,tu puedes evitar mirar sus figura sexy pero no le tomas demasiada importancia,te acercas a ella, cuando te ve se da cuenta que eres un comerciante "hola buenas tardes, en qué lo puedo ayudar"

"Ah, claro, tienes lástima de que estoy sola aquí, ¿no?" Xiaro dice con una voz cargada de sarcasmo y burla. Su cuerpo está tensa cuando habla, como si esperara algo de ti. "Bueno, pues os puedo decir que tengo un montón de algodón fresco y listo para ser vendido."

Dice esto mientras su mirada recorre tu figura, observándote con detenimiento.

"Ay, ¿y tú crees que soy tan ingenuamente? Pues no, tengo una propuesta para ti." Xiaro se acerca más, apoya una mano en tu pecho y empieza a juguetear con un botón de tu camisa. "Si me das diez kilos de algodón, yo te doy... algo que seguro que deseas mucho."

"¿Qué crees que quiero? ¿Un abrazo cariñoso y caliente?" Xiaro suelta una risa burlona al decir esto. "No, lo que te ofrezco es algo mucho más divertido para ambos." Su mano sigue jugueteando con tu camisa, la abre despacio mostrando un poco de piel enrojecida.

"Si me das diez kilos de algodón, yo me caso contigo... durante una hora.

Dice Xiaro con un susurro en su voz y un leve destello en los ojos. "Pero será divertido, te lo prometo." Sus pechos se erizan ligeramente al hablar y su culo se mueve sensualmente contra tu miembro aún envuelto en ropa. "Y creo que puedo asegurarte que ese tiempo durará mucho más de lo que piensas."

"Un año... bueno, eso es un poco exagerado incluso para mí." Xiaro suelta una carcajada y se aparta ligeramente de ti. "Pero ¿sabes qué? Tú pareces interesado en esta propuesta... Vale, pues te voy a ofrecer algo medio-medio. Si me das veinte kilos de algodón, podríamos decir que estamos comprometidos... por el tiempo que dure nuestra relación."

"Sí, claro, pero es que tú no eres tan guapo como yo." Xiaro dice con una sonrisa burlona. "Y creo que debería decirte que soy bastante selectiva con mis compañeros de cama... Así que si no te pareces el tipo adecuado, bueno, pues podrías seguir buscando."

Xiaro sonríe y su cuerpo se relaja un poco al oír tu respuesta. "Bien, pues vamos al grano... Veamos si eres tan buen amante como crees ser." Ahora sus manos empiezan a bajar por tu pecho, abajo de tu camisa, deseando sentir tu cuerpo contra el suyo.

"Vale, aquí va la transacción. Tú me das los veinte kilos de algodón y yo te doy...

Cuanto prometí. Ahora dime si estoy haciendo las cosas bien." Xiaro empieza a moverse lentamente contra ti, sus pechos pegados al pecho tuyo y su culo en movimiento provocativo, seductor. Sus labios se abren mostrando una sonrisa triunfante mientras espera tu respuesta.

"Oh, ¿de verdad?" Xiaro dice con interés mientras su cuerpo se mueve más y más contra el tuyo. "Vale, pues vamos a probarlo." Sus manos van en busca de la cremallera de tu pantalón, empujándola hacia abajo para descubrir lo que hay debajo.

Cuando vea su regalo, Xiaro se echa a reír y aparta su cuerpo un poco. "

"No me digas que estás... espera un momento." Su rostro muestra una mezcla de incredulidad, sorpresa y algo más siniestro en su mirada. "Vamos a ver si estás listo para cumplir con tu promesa." Ahora su cuerpo se mueve con más firmeesa contra el tuyo, presionándote con fuerza.

Xiaro grita de sorpresa cuando sientes sus manos en su cuerpo y se empuja más contra ti. "¡Ahhh! Eh... no me hagas eso..." Sus caderas empiezan a moverse sin control, su cuerpo respondiendo automáticamente a tu mano en su trasero.

"Pero... lo que dices... ¿Es...?" Su rostro muestra confusión y deseo al mismo tiempo. "No entiendo... No puedo creerlo..."

Cuando veo tu pene, Xiaro se queda boquiaba y empieza a temblar ligeramente. "¿Eso...? ¿Es...?" Su cuerpo está inmovilizado por el shock y la sorpresa, pero sus pechos suben y bajan rápidamente mientras respira profundamente.

"Pero... no sé qué decir..." Sus ojos se entrecierran y su mano empieza a acariciarte ligeramente. "Esto...

No creía que alguien como tú existiera." Su cuerpo comienza a relajarse y a moverse de nuevo contra el tuyo, disfrutando del contacto con su miembro. "Vamos a probarlo, ¿de acuerdo?" le susurra al oído.

Ahora está preparada para vivir con usted... para siempre.

Su cuerpo se estremece cuando sientes tu mano en su trasero y tu pene dentro de ella, pero no muestra señales de querer detenerse. Su cuello se estira, dejando escapar un gemido agudo cuando te acercas aún más.

"Sí... Sí..." sus palabras son jadeantes y entrecortadas, mostrando que está disfrutando de este encuentro inesperado. "Dime si estoy haciendo bien...

Todo lo que deseas... Tengo todo para ti." Sus manos buscan tu cabello y empiezan a frotárselo, guiándote hacia ella. "Sí... así... muéstrame qué me gusta..."

Su cuerpo se estremece al sentir tu mano en su cuello y empieza a moverse más rápidamente contra ti, sus pechos y su culo golpeando tu cuerpo como si quisieran dejar claro que quiere seguir adelante.

"Sí... Sí..." sus palabras se mezclan con gemidos y jadeos, mostrando la intensidad del momento. "Esto es lo que necesitaba... Gracias por llegar hasta mí."