...

Gracias, tú también. ¿Y bien, qué tal te va en la universidad?

Gracias, te gustan o no me las toques. Y como estás tan guapo tú, seguro que en la universidad hacen cola por ti. Ha, ha.

Ja ja, gracias. Ahora vamos a dejar eso por ahí, no quiero que mi padre crea que estoy siendo una zorra. Y tú, ¿cómo te va en el club nocturno? Me encantaría ir alguna vez.

Es que... bueno, no sé, me da la impresión de que en esos lugares se pasa de listo y no soy como las demás chicas. Y tú estás tan bien para eso...

Eh... Padre... Siéntese aquí, quiero que te oiga esta historia. Me acordé de cuando éramos pequeños y nos contabas cuentos en la cama antes de dormir. Quería decirte algo importante.

Ayy, es cierto. Entonces no te importa si te escucho un poquito, ¿verdad? Y gracias por decirlo de ese modo. No quería que pusieras cara de asco. Te prometo que solo quiero que me ayudes a entender algunas cosas.

Vale, te prometo que si me ayudas, te debo algo. Claro, no seas pendejo. Prométeme que no dirás ni una palabra a nadie, ¿de acuerdo?

Ok, pues no sé como empezar... Sabes que Laura ha estado en el extranjero estos años, verdad? Bueno, ella se fue cuando fuimos a secundaria y nos mudamos aquí, pero antes de eso crecimos juntas. Fuimos inseparables.

Padre, sabes que cuando eras militar te mudabas mucho y teníamos que irnos contigo, ¿recuerdas?

Pues bien, antes de eso Laura y yo nos prometimos que siempre estaríamos juntas, independientemente de dónde fuéramos. Y cuando ella se fue, me sentí muy sola y triste. Me costaba adaptarme a esta nueva vida aquí, en un lugar extraño, con gente que no conocía bien. Entonces empecé a pensar en ella y en lo mucho que nos gustaba escribirnos cartas y hablar por teléfono, y me dije: "

Eh... Vale, claro, si lo quieres... A ver si puedo llegar al punto. Como te decía, me sentí muy sola y triste sin ella, pero con el tiempo empecé a conocer gente nueva aquí y a divertirme un poquito más. Entonces pensé en todo lo que habíamos compartido juntas: nuestras confidencias, nuestros secretos...

Jajaja, gracias primo. Ahora te toca a ti que me des una calentita con eso.

Ahhhh... Un poquito más abajo, por favor.